





Teja de Chocolate Crujiente: El toque final perfecto para un postre inolvidable
Cuando se trata de postres que sorprenden tanto por su sabor como por su textura, la teja de chocolate crujiente es un elemento clave que aporta elegancia y un contraste exquisito.
Su delicada estructura, fina y quebradiza, realza la experiencia sensorial del plato y transforma un postre en una obra de arte gastronómica.
En esta ocasión, la combinaremos con nuestro brownie con frutos secos y mandarina asada con canela, logrando una armonía perfecta entre lo cremoso, lo jugoso y lo crujiente.
¿Qué hace especial a la teja de chocolate?
Las tejas de chocolate no son simplemente un adorno; son una experiencia en sí mismas. Su textura frágil y su capacidad para fundirse lentamente en boca crean un contraste espectacular con postres más densos y untuosos.
En este caso, el intenso sabor del chocolate potencia la riqueza del brownie, mientras que la estructura crocante rompe la monotonía de la masticación. El secreto de una buena teja reside en la elección del chocolate y en su correcta temperación.
Un chocolate de alta calidad, con un porcentaje de cacao bien equilibrado, permitirá obtener un crujiente nítido sin que se vuelva demasiado quebradizo.
Además, su grosor debe ser exacto: lo suficientemente delgado para ofrecer ligereza, pero con la resistencia justa para aportar una mordida placentera.
La combinación perfecta con el brownie
Un postre excepcional debe jugar con las texturas y los contrastes. Al combinar la teja de chocolate crujiente con el brownie con frutos secos y mandarina asada con canela, se logra un equilibrio sublime:
- El brownie, con su textura densa y húmeda, se convierte en la base perfecta para este acompañamiento. Los frutos secos (nueces, anacardos y almendras) añaden matices terrosos que complementan la intensidad del chocolate.
- La mandarina asada con caramelo y canela, por su parte, aporta un toque cítrico y especiado que realza el dulzor del postre sin hacerlo empalagoso.
- La teja crujiente, colocada estratégicamente sobre el brownie, añade una dimensión sensorial inesperada que transforma cada bocado en una experiencia única.
Consejos para una teja impecable
- Usa chocolate de calidad: Opta por un chocolate con al menos un 60% de cacao para garantizar un sabor profundo y una textura crujiente.
- Controla la temperatura: El temperado correcto evita que el chocolate se derrita demasiado rápido al contacto con el calor del postre.
- Añade un toque de sal: Un leve espolvoreo de sal en la teja potenciará los sabores y equilibrará la dulzura.
- Diseña con intención: Puedes moldear las tejas en formas ligeramente curvas para aportar dinamismo a la presentación.
La teja de chocolate crujiente es mucho más que un simple complemento: es el detalle que eleva un postre al nivel de la alta gastronomía. En la próxima receta, aprenderás a prepararla de manera sencilla y con resultados impecables.
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minutosUtensilios usados en la receta
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CÉCOA - Placa aluminio perforada 40 x 30 cmCompra en AMZ - 20,20€
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Ingredientes
100 gr Azúcar moreno
50 ml Agua mineral
35 gr Glucosa
3 gr Cacao en polvo
50 gr Mantequilla
60 gr Cobertura chocolate 70%
3 gr Pectina
Elaboración
- Precalientar el horno a 160 ° C.
- Mezclar la pectina con una cuarta parte del azúcar (25 gr) y reservar.
- Agregar el resto del azúcar, el agua, la glucosa, el cacao en polvo y la mantequilla a una cazo a fuego suave, cuando arranque el hervor, dejar hervir 1 minuto.
- Batir la pectina y la mezcla de azúcar, volver a hervir y retirar del fuego.
- Agregar el chocolate y, una vez derretido, usar el túrmix para mezclarlo
- Dejar que la mezcla se enfríe, luego extenderla finamente sobre un tapete de silicona. Hornear a 160 ° C durante 13 minutos.
- Una vez que la teja esté lista, retirar del horno y colocar la el tapete (con la teja todavía sobre él) boca abajo sobre una superficie de trabajo fría. Así se podrá despegar facilmente la teja del tapete de silicona.
- Una vez frío, romper la teja en trozos y guardarlos en un tarro hermetico para que no coja humedad.