








Tarta de crema de chocolate blanco y frambuesas: El Encanto del Chocolate Blanco en la Repostería
Descubre el encanto del chocolate blanco en la repostería y cómo transforma las cremas en una experiencia deliciosa. Perfecto para combinaciones irresistibles como esta tarta de chocolate blanco frambuesas.
El chocolate blanco, a menudo subestimado frente a sus contrapartes más oscuras, tiene un encanto único que lo convierte en un ingrediente estrella en la repostería.
Su sabor dulce, suave y mantecoso lo hace perfecto para realzar postres sofisticados y equilibrados.
Además, su versatilidad permite que se combine maravillosamente con frutas ácidas, especias o incluso frutos secos, creando combinaciones irresistibles para el paladar.
La Magia de las Cremas con Chocolate Blanco
Cuando hablamos de cremas con chocolate blanco, hablamos de texturas aterciopeladas y sabores que envuelven el paladar.
Estas cremas pueden ser el alma de tartas, rellenos de pasteles o simplemente un postre que se disfruta a cucharadas.
La clave está en su capacidad para integrarse con otros ingredientes, como frutas frescas, para crear contrastes que realzan su dulzura.
El chocolate blanco no contiene cacao en polvo como el chocolate negro, pero su base de manteca de cacao le da una textura rica y decadente que se funde perfectamente en cremas.
Ya sea que prefieras un sabor más intenso o algo delicado, esta variedad de chocolate es ideal para experimentar en la cocina.
Combinaciones Perfectas con Chocolate Blanco
El matrimonio entre el chocolate blanco y las frambuesas es un clásico que nunca falla. La acidez natural de las frambuesas corta la dulzura del chocolate blanco, creando un equilibrio que encanta a quienes lo prueban.
Este tipo de combinación no solo es un festín para el gusto, sino también para la vista, con colores vibrantes que elevan cualquier presentación.
¿Por Qué Elegir el Chocolate Blanco?
Su capacidad para adaptarse a sabores sutiles y audaces lo hace imprescindible en la cocina.
Es ideal para quienes buscan un postre elegante sin complicaciones. Además, es perfecto para quienes prefieren una dulzura suave y menos amarga que la del chocolate negro.
Un consejo
Si estás buscando darle un giro innovador a tus postres con chocolate blanco, prueba infundirlo con especias como cardamomo o ralladura de cítricos. ¡El resultado será memorable!
Espero que este postre sea una buena elección para tu recetario, pero si te gustan las cremas más tradicionales aquí te dejo el enlace a la receta de la Tarta de Crema Catalana y orejones de albaricoque.
Tarta de crema de chocolate blanco y frambuesas
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pax40
minutes20
minutes1,44
€/PaxDescubre el encanto del chocolate blanco en la repostería y cómo transforma las cremas en una experiencia deliciosa. Perfecto para combinaciones irresistibles como con frambuesas
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Ingredientes
170 gr Chocolate blanco 35%
125 ml Nata líquida 35% M.G. (1)
250 ml Nata líquida 35% M.G. (2)
100 gr Mermelada frambuesas
250 gr Pasta brisa
50 gr Frambuesas frescas
20 gr Azúcar glas
6 Hojas Menta o Hierbabuena
Elaboración
- 1° COCCIÓN DE LA TARTA
- Sacar la masa, extenderla entre dos papeles, espolvorearla con azúcar glas y estirarla a unos 3 mm de grosor, colocarla en una bandeja y colocarla unos minutos en el congelador.
- Forrar un molde para tarta con el borde untado con mantequilla. Luego dejar reposar en frío durante 2 horas, pinchar la masa y hornear a 160°C durante unos 20 a 25 minutos. Puedes poner un peso encima de papel de horno con perlas para hornear o legumbres en el fondo de la tarta para conservar la forma. ( A esto se le llama cocer en blanco).
- Saca la tarta del horno, sube el horno a 180ºC. Retira el peso que has puesto para mantener la forma y vuelve a introducir la tarta en el horno durante 5 minutos para que coja color y se dore.
- Sacar la tarta dejarla enfriar sobre una rejilla y una vez fría, desmoldarla.
- 2° CREMA DE CHOCOLATE BLANCO
- Para empezar, lo primero que vamos a hacer, es fundir el chocolate. Lo podemos derretir al baño María, o en el microondas a media potencia, en intervalos de 30 segundos, removiendo frecuentemente. Reservamos.
- Por otra parte, en una pequeña cacerola, llevamos a ebullición los 125 ml de nata (1).
- Retiramos del fuego, y vertemos gradualmente la nata caliente sobre el chocolate derretido. Lo haremos en un par de veces, primero añadimos la mitad de la nata, y mezclamos con unas varillas. Añadimos la otra mitad, y volvemos a mezclar muy bien con la varillas, hasta que se incorpore.
- Seguidamente añadimos los 250 ml de nata (2) muy fría. Mezclamos unos minutos hasta que la crema esté suave.
- Tapamos con un tupper hermético o con papel film, de manera que el plástico esté en contacto directo con la superficie de la crema. Vamos a reservar en la nevera un mínimo de cuatro horas. Lo ideal es hacerlo la noche anterior, siempre es mejor de un día para el otro.
- Trascurrido este tiempo, la ganache ya está muy fría, y ha espesado ligeramente. No tiene que cuajar, ni volverse muy espesa, solo debe estar muy fría. Ahora la vamos a montar.
- Con unas varillas eléctricas, o en el robot de cocina, batimos la ganache unos minutos. Justo hasta que obtengamos una textura cremosa. No debéis pasaros batiendo, ya que se os puede cortar.
- Ya tenemos la ganache montada lista. Está perfecta para el relleno. La introducimos en una manga pastelera, con alguna boquilla decorativa y la reservamos en frío mientras preparamos la tarta.
- 3° MONTAJE Y FINALIZACIÓN
- Colocar en el fondo de la tarta una capa fina de mermelada de frambuesa, extenderla por todo el fondo.
- Encima de la mermelada, disponer la crema de chocolate blanco a vuestro gusto y de la manera que prefieras, tienes suficiente crema para rellenar un molde de 20-22 cm de diámetro.
- Una vez colocada la crema, pon por encima de ésta unas cuantas frambuesas boca abajo, espolvorealas con un poco de azúcar glas y rellénalas con un poco de caramelo este te dará unas notas tostadas, cuando la degustes, tendrás la acidez de la frambuesa, el dulzor de la crema y el tostado del caramelo.
- Para finalizar colocaremos unas pequeñas hojas de menta o hierbabuena, que aportará color y una nota de frescor al conjunto de la tarta.